Balonmano Alcobendas, el fin de un proyecto

BM Alcobendas durante una presentación de Guerreras Iberdrola. Foto: BM Alcobendas.

La situación en el Balonmano Alcobendas ha sido un poco convulsa desde que el pasado 30 de mayo el presidente del club, José Sampayo, dimitiera de forma efectiva de su cargo. A raíz de esta dimisión, el club madrileño ha visto como la entrenadora del primer equipo femenino, Cristina Cabeza, se ha marchado al BMC Liberbank Gijon, Helvetia ha dejado de ser su patrocinador principal y la temporada que viene tendrán que competir en División de Honor Plata debido a que no pueden continuar con su proyecto en Guerreras Iberdrola.

Esta situación comenzó con la dimisión de Sampayo como consecuencia de la división interna que existía en el club debido a la planificación de la siguiente temporada. Dicha planificación no convencía en el aspecto económico a gran parte del club, por lo que, ante la posibilidad de recibir una moción de censura, el presidente del Alcobendas decidió dimitir dejando el club en manos de una Gestora que ha convocado elecciones para el próximo 30 de junio. Como consecuencia de esta dimisión Cristina Cabeza, entrenadora del primer equipo femenino, lanzó un duro comunicado en el que anunciaba que ya no sería la entrenadora del BM Alcobendas porque no se sentía identificada a nivel personal y profesional con el proyecto que se presentaba.

Esta crisis interna ha provocado que el proyecto deportivo del conjunto madrileño se haya visto afectado ya que todas las jugadoras del primer equipo han recibido la carta de libertad para poder negociar su futuro deportivo y los fichajes para completar la plantilla están a la espera. Una de las incorporaciones que tenía apalabrada la anterior directiva era el regreso de Silvia Arderius, que finalmente ha recalado en el Rincón Fertilidad Málaga como consecuencia de la inestabilidad del club madrileño.

Toda esta situación ha llevado a que el Balonmano Alcobendas renuncie su plaza en División de Honor, que finalmente la ocupará el San José Obrero de Lanzarote. Debido a esta renuncia el principal patrocinador del equipo femenino, la aseguradora Helvetia, ha anunciado que no formarán parte de este proyecto en División de Honor Plata, aunque han afirmado que seguirán ayudando a la base del club.

Esta situación deja de nuevo a la Comunidad de Madrid sin un club en la máxima categoría del balonmano femenino y evidencia una problemática que parecía que se dejaba atrás, los clubes están teniendo problemas para hacer frente a los gastos que supone competir al máximo nivel nacional y están empezando a valorar si apostar por estos proyectos deportivos o renunciar a ellos por falta de recursos.