La décima

Este fin de semana, la celebración de la Final a 4 de la EHF Champions League nos ha dejado una de las fotos, sino la foto de la temporada. La foto que tiene al Barça como protagonista, con una Champions que orgulloso lucía el conjunto de Xavi Pascual en las alturas de Colonia.

A esta cita del primer nivel del balonmano europeo llegaban dos transatlánticos, el F.C. Barcelona y el Paris Sant Germain, popularmente conocido como el PSG, junto a ellos, dos "underdogs", Nantes y Aalborg. Los conjuntos de Alberto Entrerríos y Stefan Madsen habían logrado dar la sorpresa y tener el billete para una final, que tenía como principal mérito el hecho de haber llegado, y llegaron, con poco que perder y mucho por ganar.

Semifinales, última parada antes de la final.

Las semifinales del sábado dejaron en la lona a uno de los dos favoritos, al PSG, quien tuvo como su talón de aquiles a unos Yann Genty y Vincent Gerard que apenas atajaron seis balones entre los dos. Ante ellos un Aalborg pletórico, eficaz y con un plan de partido muy definido, Laeso se vistío de Hansen, el talentoso Felix Claar de Karabatic, y Sandell hizo lo propio encarnándose en Nedim Remili. Así el conjunto danés logró dar la vuelta al marcador en los últimos compases de partido, valiéndole su victoria para estar en la final.

En la final se medirían a un tirano, al conjunto construido y mejorado año tras año por Xavi Pascual y Fernando Barbeito, unido a una labor institucional incansable en el área deportiva de David Barrufet. Así, con una plantilla fuera de serie y un sistema de juego sin fisuras, sin concesiones, sin debilidades en los planos puramente deportivos, vencieron a un soberbio Nantes en las semifinales, quien pese a las inmensas actuaciones de Emil Nielsen, Valero, Cavalcanti, Ovnicek, Gurbindo y compañía, no pudo pasar por encima del coloso blaugrana.

La gran final o, como muchas gentes señalan, "The Last Dance".

La final de la EHF Champions League es una crónica de David contra Goliat, en el hipotético caso en el que David no tuviera brazos. La escuadra danesa pudo aguantar el ritmo del partido hasta que el cronómetro superó el minuto diez, a partir de ahí las piernas de los Claar, Sandell y compañía que tanto habían dado a Stefan Madsen la noche anterior comenzaron a pesar. Gonzalo al igual que las semifinales, estaba de dulce, en una de sus grandes noches europeas, Dika, arrollador, imperante, cruel, no perdonaba en este que posiblemente había sido su gran torneo, Raúl manejaba los tiempos del partido a su antojo con geniales escuderos, unos brillantes Dolenec, Makuc, N'Guessan, que estaban haciendo de la gran cita del Aalborg su noche más aciaga, en la orquesta no desentonaba ningún violín, "T'Chouffy" Frade y Ludovic ofrecían espacios y juego a sus compañeros, también finalizaban, y Aleix, Blaz, Casper y Alex Pascual podían correr.

Descanso. Cinco arriba los de Pasqui. Minuto 31 de partido, vuelta a los terrenos de juego y vuelta a someter a un equipo que pese a que había llegado a cotas inimaginables, no daba más de sí. Ya en los últimos cinco minutos de partido, en un tiempo muerto, el técnico blaugrana instaba a sus jugadores a exigirse el maximo los escasos minutos restantes, a respetar al rival hasta que la bocina sonara. Xavi Pascual vio a todos y cada uno de sus soldados dar el máximo en aquellos últimos minutos, mientras que ya ansiando la celebración, Fernando Barbeito se acercaba y le daba un beso en la mejilla, con una sonrisa de oreja a oreja, sabiendo que este era el último baile de muchos, siendo redundante. 

La cita acabó como un cuento con el mejor final posible, Raúl Entrerríos, tras uno de sus últimos recitales, besaba el estrambótico trofeo de la Champions League, y lo levantaba hacia el techo del Lanxess Arena de Colonia.

La décima de Pasqui, de Barbeito, de Raúl, de Gonzalo, de Sorhaindo,de Barrufet y de tantos otros. La décima del Barça.