Club de la semana | Balonmán Lalín
70 años de generación en generación
El primer equipo masculino es un recién ascendido a DHPM con opciones de subir a ASOBAL. CLUB BALONMÁN LALÍN
30 años es el tiempo que ha tenido que esperar el Club Balonmán Lalín para volver a estar en la categoría de plata del balonmano español. De la mano del incombustible Pablo Cacheda, hermano de la jugadora del Liberbank Gijón Cecilia Cacheda, ascendieron a la División de Honor Plata Masculina la temporada pasada. El exjugador se hizo cargo del equipo hace dos años. Este era el mejor regalo para la entidad en su 70 aniversario. Las celebraciones han sido aparcadas por la situación de pandemia actual, pero la población en su conjunto se ha volcado con el regreso de su primer equipo masculino.
El éxito se ha sustentando bajo los pilares del trabajo de base. Todos los jugadores eran de la casa hasta hace poco. Esta temporada han hecho las primeras incorporaciones foráneas para darle otro punto al equipo. Dos argentinos que como Tomás Villarroel (Portero) y Agustín Franco (Lateral Izquierdo) ya son dos lalinenes más.
La exportación de talento
Pero si hay algo que hace sentir orgulloso a la gente de Lalín es que sus jugadores además de llegar al primer equipo, lleguen allí donde se propongan. Es el caso de Cecilia Cacheda (Liberbank Gijón), Xoan Ledo (Bidasoa Irún), Brais González (Frigoríficos del Morrazo) y Dani Ramos (Cisne Colegio los Sauces), todos en la élite del balonmano español.
El cadete masculino disputó sector para campeonato de España en 2017. CLUB BALONMÁN LALÍN
La fábrica
Los nombres surgen del día a día. La temporada pasada, tenían 260 licencias entre los dos primeros equipos femenino y masculino, los 19 de base (10 masculinos y 9 femeninos). Si se incluyen los biberones, como llaman a los pre-benjamines, llegan a los 300 deportistas. Su trabajo con los más jóvenes se ve recompensado con convocatorias con las selecciones autonómicas de Galicia. En cuanto a seguir un model de juego, Miguel Pereira, directivo responsable de la base asegura que lo llevan intentando 25 años. «Que lo consiguiéramos lo pongo en duda. Sin embargo, Lalín siempre se caracterizó por ser un equipo de defensa, de contraataque y ataque rápido», explica sobre el modelo de juego.
No siempre fue así. En la década de los 80 y en la de los 90 había jugadores de la zona de Vigo y también yugoslavos. No obstante, a partir de la temporada 93-94 se cambió la filosofía de trabajo porque el modelo económico era insostenible. Se empezó a trabajar desde benjamines. Los fichajes fueron muy contados. «La filosofía y la idiosincracia del club es básicamente de cantera, si nos da para estar arriba, bien y si no, pues el puesto que dice la clasificación», esgrime Pereira.
La situación actual
La situación saneada del club ha permitido dos fichajes para el primer equipo, pero ello no sería posible sin el apoyo entusiasta y el arraigo social en una localidad de 20.000 habitantes. Desde el club comentan que cuando fueron a visitar a las empresas se sintieron «asustados» por la respuesta puesto que el momento actual era complicado. No obstante, se muestran sorprendidos por el apoyo del tejido empresarial que les ha ayudado. «Valoraron más el ascenso desde fuera, que nosotros desde dentro del club», dice Pereira con tono socarrón.
En la temporada pasada el Balonmán Lalín contó con 120 jugadoras entre todos sus equipos federados. CLUB BALONMÁN LALÍN
En el club no eran partidarios de competir en categorías inferiores debido a la situación sanitaria excepcional. Sin embargo, por la respuesta de los padres y la predisposición de la juventud decidieron disputar competición en infantiles, cadetes y juveniles.
La actual junta directiva entró en 2010, según los estatus del club les quedaría otro más para finalizar el mandato. «Llevamos mucho tiempo y creemos que es hora de un relevo. Da muchas satisfaciones pero también mucho trabajo», apunta sobre la continuidad de la dirección actual. Aún con su posible relevo destaca que el club está muy implantado a nivel social y que a nivel económico no tienen muchas dificultades. «Intentamos tener los pies en el suelo. El club no creo que corra ningún tipo de peligro», proyecta sobre el futuro de la institución. El tiempo ha demostrado que venga quién venga, el Balonmán Lalín es un club que corre por las venas de los lalinenses y va de generación en generación, 70 años, para ser más concretos.