¿Cómo llega el Vardar a la Final 4?

Tras tres temporadas consecutivas en las que se quedaba a las puertas de la Final Four, el conjunto macedonio ha logrado clasificarse este año por primera vez en su historia para las semifinales de la Champions. Sin embargo, suplen esa falta de experiencia en finales europeas (su primera participación en un torneo EHF data de la temporada 1994/1995, sin ir más lejos, cuando cayeron ante el Granollers en la copa EHF a las primeras de cambio) con el hambre de culminar un proyecto que lleva varias temporadas consolidándose en la élite continental.

Los hombres del vallisoletano Raúl González llegan en un estado de forma magnífico: 11 partidos consecutivos sin perder, con títulos como la Copa de Macedonia y la SEHA Liga conquistados durante este periodo e incluyendo la doble victoria frente al Flensburg-Handewitt en cuartos de final con una diferencia de 10 goles en el total de la eliminatoria. Por poner un ejemplo de su potencial ofensivo, en los últimos 5 partidos (4 de competición doméstica y la vuelta de cuartos frente a los alemanes), su peor registro anotador ha sido 35 goles. Cierto es que se puede suponer que los rivales en el campeonato macedonio son de una entidad menor al Flensburg, pero en ese mismo periodo consiguió vencer 38-25 al Metalurg Skopje, archienemigo y, precisamente, el último equipo que logró derrotarles (29-26 el pasado 2 de abril en partido de la liga macedonia).

Por lo que respecta a esta edición de la Champions, consiguió finalizar líder de su grupo (10 victorias por 4 derrotas) y, como mencionábamos anteriormente, derrotar al Flensburg-Handewitt en ambos partidos. En el Vardar, encontramos dos nacionalidades extranjeras predominantes: España y Croacia aportan jugadores capitales para el juego ofensivo de los macedonios. Alex Dujshebaev se ha erigido como máximo goleador del equipo en Champions con 74 goles, mientras que los croatas Igor Karacic y Luka Cindric (51 y 54 tantos, respectivamente) dirigen al equipo desde el centro del ataque. Otro croata destacado en el equipo es Ivan Cupic quien, junto a los rusos Timur Dibirov (65 dianas) y Daniil Shishkarev, suponen una verdadera amenaza para el equipo rival desde los extremos.

Así pues, el Vardar se enfrenta a su historia en esta Final Four, ya que es la primera vez que consigue llegar a estas instancias finales y, además, se enfrentará a una de sus bestias negras, el Barcelona, equipo al que no ha podido vencer en los últimos 10 enfrentamientos (solo un empate en Skopje en 2013, 29-29). Por ahora, ya ha logrado su mejor clasificación en este torneo. Ahora solo falta saber si su aventura continúa o acaba en semifinales.