Ian Tarrafeta: "Quiero seguir viviendo este sueño y no despertarme"
El central Ian Tarrafeta, jugador del Pauc francés, nos habla de la sorpresa que fue para él recibir la llamada de la selección y cómo está viviendo estos primeros meses en su nueva etapa en Francia
Ian Tarrafeta, de 21 años, una de las mayores perlas que ha fabricado el balonmano español en los últimos años emigró este pasado verano en busca de nuevas experiencias a Francia. Tarrafeta se enroló en las filas del PAUC, donde está teniendo un rol muy destacado en los primeros encuentros de la temporada. Ahora le ha llegado la recompensa con su primera convocatoria con la Selección Absoluta.
¿Cómo estás viviendo estos últimos días después de la noticia de la convocatoria? ¿Te lo esperabas?
Lo he intentado vivir el máximo posible de mis amigos, familia, conocidos, etc. La verdad es que estoy muy agradecido por todo el apoyo y las felicitaciones que he recibido.
Si te digo que sí, te mentiría. Con la pandemia pensaba que se mantendría el grupo veterano pensando en los Juegos Olímpicos. Sí, que es verdad que Jordi (el seleccionador) des del primer momento ha intentado ir poniendo en dinámica a jugadores jóvenes. Cierto es que él ha estado con nosotros en algunas actividades con las selecciones inferiores, pero hasta que no me llamó la mañana de antes, no me lo esperaba.
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— RFEBalonmano (@RFEBalonmano) October 15, 2020
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¿Después de tantas horas dedicadas, tanto trabajo, tanto sufrimiento; debe de ser un premio enorme...
Sí, es el esfuerzo sobre todo en los últimos cuatro veranos: tanto en juveniles como en juniors. Son cuatro veranos que no puedes pasar con la familia, ni con tu gente cercana y es duro. Han sido muchos días entrenando, muchos partidos y ahora se ve un poco la recompensa a tanto trabajo. Estoy muy contento y agradecido por la oportunidad.
¿Cómo afrontas a nivel personal el reto y qué crees que puedes aportar a este equipo?
Quiero seguir viviendo este sueño y no despertarme. Va a ser una experiencia muy especial, pero a seguir disfrutando día a día del balonmano, de la misma forma que lo estoy haciendo.
Todavía no sé qué puedo aportar, pero soy un central que da mucho ritmo al balón, intento jugar rápido para los compañeros para que tengan buenas opciones de lanzamiento. Siempre intento hacerles más fácil el juego a mis compañeros con mis aportaciones
Que algunos jugadores de una generación tan fructífera como la tuya (98/99), vayáis entrando en la dinámica de la selección, es un claro síntoma de que las cosas se están haciendo bien tanto a nivel de clubes como de la selección.
Sí, por ejemplo, desde la llegada de Jordi, él siempre ha intentado estar con los juveniles y con los júniors. Yo me acuerdo que en el Mundial juvenil de Georgia, él fue una pieza fundamental para poder llegar a la final. Cabe destacar por encima de todo, el seguimiento que hay de los jugadores en la base. Y una vez terminada la etapa base, Jordi sigue teniendo mucho contacto con los jugadores que venimos de las inferiores y este contacto facilita mucho más las cosas.
Para ti, este 2020 ha sido un año especial…
Sí, con el tema de la pandemia solo pudimos jugar algo más de media temporada con el club. Una vez terminado el estado de alarma, yo ya había firmado en Francia, y poco después tuve que irme para Francia. A nivel de balonmano ha sido un cambio muy grande y a nivel personal también. Irme a vivir fuera es siempre complicado. Nueva casa, nueva vida, pero me he adaptado bien en estos tres meses que llevo aquí.
Con la pandemia está siendo una temporada muy atípica. La Liga Sacyr Asobal está siendo de las ligas que más casos está teniendo. ¿Cuál es la situación en Francia y más concretamente, en la Lidl Starligue?
Aquí funciona un poco como España. Nosotros, por ejemplo, al estar tan cerca de Marsella se nos incluye en una zona de riesgo. Aquí hay toque de queda, hay restricciones bastante severas. En casa no podemos jugar y como visitante, solo podemos jugar en los pabellones que están fuera de la zona de riesgo. Voy siguiendo la Liga Sacyr Asobal, hablo muy a menudo con mi familia; y sé que la situación es muy difícil tanto en España como aquí.
No pudiste despedirte del BM Granollers dentro de la pista, te quedó un sabor amargo?
No sabría decirlo… Cuando te despides en la pista es después del último partido y estás un poco en caliente. Yo tuve la oportunidad de hacer un vídeo, así que pude pensar bien las palabras que quería usar. Con el vídeo no me dejé nada, aunque es cierto que hacerlo en el pabellón hubiera sido más bonito y más cercano al club. La situación fue la que fue, y yo intenté no guardarme nada dentro. Sigo manteniendo muy buena relación con Antonio Rama, David Ginesta y muchos jugadores del club.
Parte de mérito del jugador que eres ahora, lo tiene el Granollers por todos los años que has vivido allí…
Sí, por supuesto. Yo llegué con 12 años, que era un chaval. Apostaron fuerte por mí y es algo que siempre les voy a agradecer. Cuando estás allí sigues la rutina del club, el día a día y todas las vivencias que te da… Ahora me he dado cuenta de lo importante que ha sido el club para mí, todos los entrenadores y compañeros. Es algo que siempre voy a tener guardado en mi corazón, es un sitio muy especial para mí.
¿Cómo te estás adaptando al juego más físico de Francia, y quizás menos técnico que en España?
Ir mejorando y entrenando día a día. El entrenador intenta explotar las virtudes de todos los jugadores, de momento me estoy sintiendo muy a gusto, estoy disfrutando de minutos. Estoy conociendo a mis compañeros, para saber en qué les puedo ayudar y saber sus puntos más fuertes. La gente aquí está mucho más preparada físicamente. La táctica depende mucho del entrenador, nosotros con Anti hablamos mucho de ello, pero hay equipos que se basan en tres o cuatro jugadas. Es una liga con mucho más ritmo. Me estoy intentando acostumbrar a ello, a más intensidad, y menos técnico.