Magí Serra: "Los retos me motivan para demostrar que siempre se puede conseguir lo que uno quiere"
Magí Serra es el entrenador del Balonmano Cangas desde que Víctor García ‘Pillo’ dimitió en diciembre de la temporada pasada. Con una larga experiencia a sus espaldas, el técnico catalán ha dirigido el Pozoblanco y el OAR Gràcia (en Primera Nacional) y a tres equipos extranjeros: el Kazma de Kuwait y dos equipos húngaros, el Balmazujváros y el Szese Gyor, con quien consiguió la permanencia. Ahora, Serra tiene el reto de mantener en la máxima división estatal a uno de los clubes con menos presupuesto de la categoría.
El Cangas ha finalizado la primera vuelta de la liga fuera de los puestos de descenso. ¿El equipo respira más tranquilo?
El equipo respira tranquilo porque, de momento, estamos fuera del descenso. Somos el club con menos presupuesto de la categoría y todo lo que sea estar fuera del descenso es un éxito. Hemos conseguido un equipo más competitivo, donde estamos sacando resultados muy ajustados con todos los rivales, pero tenemos que seguir trabajando y mirar hacia adelante, aún queda mucha liga.
En las dos anteriores jornadas, en que empatasteis contra el Fraikin BM Granollers y ganasteis con contundencia en casa del Teucro, el equipo demostró encontrarse en un buen momento de forma. ¿Cuál crees que es el ingrediente para seguir con esta misma línea?
Los conceptos están claros y el equipo está entrenando muy bien. Tenemos una defensa muy difícil de superar y en ataque trabajando con disciplina. La línea a seguir es esta. Trabajando así, seguro que vamos a sacar más puntos.
¿El fichaje de Johan Boisedurevitalizó al equipo?
Boisedu es un gran jugador que, junto con Alen, han hecho una pareja muy buena. Cuando no estaba uno, estaba el otro. Y en breve recuperamos al joven David Iglesias, que ha estado la primera vuelta con molestias físicas y que nos va a dar mucho, también.
Un fichaje, pero, con fecha de caducidad. ¿Por qué Boiseduse contrató por solo tres partidos?
Porque creíamos que el equipo necesitaba un plus en ataque y fue una oportunidad que, finalmente, dio resultado.
Formar parte de un equipo por un tiempo tan corto supone una adaptación exprés. ¿Ha sido difícil?
Es un jugador que ya conocía la categoría y el idioma. Esto ha hecho que fuera más fácil la adaptación. Le dejamos las cosas muy claras con lo que queríamos de él y lo hizo a la perfección.
¿Finalmente, y a pesar de su buen rendimiento, se ha descartado su continuidad?
No está descartada su continuidad. Se está negociando por él, pero sabemos que somos el club con menos presupuesto de la categoría, por lo que es difícil retenerlo.
¿Estás pensando en algún refuerzo alterativo?
Todo depende del presupuesto, pero no se descarto algún refuerzo que pueda ayudar al equipo.
¿Cómo afronta el equipo la segunda vuelta?
Con muchas ganas, o al menos esto es lo que siento yo y espero transmitir. Tenemos una segunda vuelta más complicada en cuanto a calendario, pero estamos luchando todos los partidos. Alguna sorpresa seguro que daremos.
La clave para mantener la categoría está en el terreno psicológico?
La clave esta en ser equilibrados, tanto a nivel de juego como a nivel físico y psicológico. El equipo está bien y tenemos buen golaveraje con algunos de los rivales directos, como Teucro o Alcobendas.
El BM Cangas tiene una de las aficiones más fieles de la liga. ¿Es fundamental para sumar en casa?
Sin duda. En casa estamos fuertes y todos los partidos los hemos luchado. La afición empuja al equipo y está muy comprometida. Es de agradecer su apoyo y espero que sigan animando como hasta ahora porque en esta familia todos lo estamos dando todo.
¿Cómo definirías la plantilla?
Como un grupo de guerreros donde se deja la piel en cada partido.
¿Y la filosofía del club?
Un club modesto, con el presupuesto más bajo, que lucha cada año por sobrevivir en Asobal.
¿Qué supone dirigir una plantilla con jugadores más veteranos que tu?
Es de agradecer, pues ellos también me enseñan mucho y todos vamos en la misma dirección.
Cogiste las riendas del Cangas la temporada pasada, cuando era colista de la Liga Asobal. ¿Cómo te tomaste el reto de dirigir el equipo en un momento tan complicado?
Para mí era una buena oportunidad de demostrar todo lo que había aprendido como entrenador fuera de España, y una oportunidad de volver a primera división española. Al final, todo salió bien y seguimos luchando en estos momentos.
Con tu llegada, el equipo realizó un espectacular final de curso. Sumasteis once de los catorce puntos posibles y, a falta de dos jornadas, lograsteis la permanencia. ¿Cuál fue la clave para el cambio de dinámica del equipo?
El equipo entrenaba bien y el trabajo que se realizaba, al final, dio su fruto. Fueron muchos los que ayudaron al proyecto y la suma de todos nos dio victorias.
En 2016 ya viviste una situación similar cuando lograste cambiar el rumbo del equipo húngaro Balmaz, que antes de tu llegada, se encontraba en posiciones de descenso. ¿Podemos decir que eres todo un salvador de los equipos en crisis?
Podemos decir que soy un entrenador que ha podido vivir diferentes experiencias y esto me ha hecho crecer. Me gustan los retos difíciles. Muchos me tomaban por loco al coger el proyecto de Cangas, pero los retos me motivan para demostrar que siempre se puede conseguir lo que uno se plantea.
Después de tu experiencia como entrenador en el extranjero, ¿qué es lo que más diferencia el balonmano húngaro del español?
El balonmano húngaro es mucho más físico que el español, que es más elaborado tácticamente. Hacer que cada jugador explote sus características dentro del sistema de juego es lo más gratificante que se puede hacer como entrenador.
Durante la temporada 2014-2015 ejerciste como entrenador del Kazma. ¿Cómo es el balonmano en Kuwait?
Es un balonmano muy difícil, ya que no es profesional y hay poco compromiso de los jugadores. Fue una etapa complicada, donde tenía que tener varios planes preparados para cada entreno.
La temporada que viene seguirás en el Cangas. ¿Te habías planteado alguna otra opción?
Cangas es un club que me gusta mucho y donde estoy muy a gusto. Siempre será mi primera opción, pero como todos, nunca se sabe donde acabaremos.