Montse Puche: "Desde el primer día, hasta día de hoy, sigo aprendiendo"

Foto: BM Morvedre

Montserrat Puche Díaz nos atiende desde casa. La 4ª máxima goleadora de la selección, con 736 goles, repasa su trayectoria como jugadora, sus momentos más dulces, su paso de la pista a los banquillos y como se desempeña en ellos. Su forma de gestionar los grupos y cómo está preparando la próxima temporada con el BM Morvedre en su vuelta a Guerreras Iberdrola.

 ¿Cómo recuerda su etapa como jugadora?

La recuerdo con mucha añoranza, la verdad. Muchas veces recuerdas todo lo que has vivido: tantos entrenamientos, tantos partidos, tantas competiciones y concentraciones. La verdad es que la recuerdo siempre con mucha nostalgia y ahora que soy entrenadora me dan mucha envidia las jugadoras. Ha sido una trayectoria muy larga en la que he tenido la suerte de disfrutar mucho de hacer lo que me gusta.

¿Si tuviera que elegir un momento concreto cuál sería?

Elegiría dos. El primero cuando conseguimos ganar la Champions con el club (Sagunto) las últimas fases de la competición fueron partidos muy duros y lo recuerdo con muchísimo cariño ya que todavía ningún equipo ha conseguido lo que nosotros conseguimos. Y el segundo recuerdo es el Campeonato del Mundo en Croacia en el 2003 que nos dio la clasificación, por méritos propios para ir a los JJOO de Atenas al año siguiente. Estábamos prácticamente desahuciadas y por un cruce del destino pudimos jugar el 5/6 puesto y ganar a Noruega.

¿Los nervios son los mismos a la hora de jugar o cambian en función de la competición?

Los nervios y la forma de vivir los partidos suelen ser igual. Has estado trabajando toda la semana para el mejor momento que es el partido y lo vives con intensidad y con ganas de querer jugar y disfrutar. Siempre con la intención de hacerlo lo mejor posible.

¿Se gestionan de forma distinta desde el banquillo y desde la pista?

Sí, no tiene nada que ver. Los nervios previos al partido los tienes, pero siendo jugadora puedes soltarlos calentando antes del partido mientras te preparas para jugarlo. Cuando eres entrenadora eso no lo puedes hacer, se quedan ahí y no tienes esa escapatoria que tienen las jugadoras.

¿Algún ritual para intentar relajar los nervios?

Tengo muchos rituales y me ayudan a centrarme muchísimo en lo que tengo por delante. Los tenía de jugadora y los fui adquiriendo poco a poco, no los tengo por inseguridad en mi misma los he ido interiorizando y me gusta hacerlos antes de los partidos, me divierte.

¿Cómo fue el paso de la pista a los banquillos?

Fue bastante complicado porque no fue fácil que alguien apostara por mi. Tenía poca experiencia y no fue hasta pasados los primeros 4 años que Tati Garmendia (Bera Bera) apostó muy fuerte por mi. La verdad que siempre se lo agradezco porque fue una apuesta muy difícil para ella y me abrió las puertas de los banquillos.

¿Qué diferencia hay entre la primera Montse entrenadora y la de ahora?

La experiencia. He vivido muchas cosas y he estado con muchos grupos de jugadoras y eso lo vas acumulando para intentar cada día ser un poco mejor y poder aportar esos aprendizajes, tanto buenos como malos. Los buenos para repetirlos en el futuro y los malos para tratar de que no se repitan. Desde el primer día, hasta día de hoy, sigo aprendiendo.

¿Qué cualidad le define como entrenadora?

Competidora, muy competidora. Puedo tener una cara fuera de los entrenamientos, pero dentro soy de las que exijo al máximo a mis jugadoras. Me gusta competir al máximo y trabajar por y para el equipo.

¿Cómo fue el paso del Bera Bera al BM Castellón?

Son la noche y el día. El Bera Bera es un club absolutamente consolidado y que busca el profesionalismo de toda su estructura, y creo que es el mejor ejemplo que puede tener cualquier club de Guerreras Iberdrola. Por su parte el BM Castellón es un club mucho más familiar que necesita mucha infraestructura.

Con el BM Morvedre no habías perdido ningún partido de liga en esta temporada, ¿cree que el ascenso directo afectará al ritmo de la siguiente?

Sí, desde luego a nosotras no nos calló bien, queríamos seguir compitiendo hasta el final y fue un palo muy duro. A pesar de la buena temporada queríamos rematarla de la mejor manera posible. Ha sido un palo muy duro, va a estar difícil retomar el hilo de los entrenamientos y de los partidos. Las jugadoras llevan paradas desde principios de marzo y van a estar prácticamente 5/6 meses sin hacer nada. Es verdad que hemos estado conectadas prácticamente todos los días haciendo ejercicios, pero no es lo mismo. Tanto ellas como yo estamos con muchísimas ganas de volver y tener esa sensación de tener “pega”. Y espero poder retomar lo antes posible la línea que hemos estado trabajando este año.

¿Qué rutina seguíais durante la cuarentena?

Intentábamos no bajar el tono muscular, tonificábamos mucho y trabajábamos la fuerza. También ha venido bien para acabar de recuperar a las jugadoras que estaban lesionadas. Lo que más realizábamos era trabajo físico.

¿Cómo plantea la pretemporada, dará prioridad a la táctica o al apartado físico?

Las dos cosas. La liga Guerreas Iberdrola es una competición exigente y hay que estar físicamente muy a tono para poder afrontarla. Y el aspecto táctico también lo tenemos que afrontar mucho ya que hay nuevas incorporaciones que tienen que conocer la filosofía de trabajo y la línea que nosotros seguimos. Por lo que las dos cosas se deben conjugar.

Ha hablado de incorporaciones, ¿qué os puede dar Cristina Polonio en la pista?

Es una jugadora muy trabajadora que lleva dos años seguidos en División de Honor y la experiencia que ha adquirido puede ser muy positiva para el grupo. No la conozco en el día a día, pero tengo muchísimas ganas de empezar a trabajar con ella para tratar de aprovechar todo el balonmano que lleva dentro.

¿Le gusta el nuevo formato de Guerreras Iberdrola o preferiría una liga regular?

Preferiría una liga regular, pero no es algo que me quite el sueño o me enfade. Es la decisión que se ha tomado y nos tenemos que adaptar a este nuevo formato de competición. Yo hubiera preferido todos contra todos, pero tenemos que ser conscientes de la situación e la que estamos. Espero que no tengamos otro parón por la pandemia y creo que en este momento este formato es más viable que el de todos contra todos.

¿Qué le diría a los que creen que están en el “grupo fácil”?

A mi no me parece que un grupo sea más fácil que otro. Si te paras a pensarlo en el grupo A hay 3 ascendidos y me parece “más fácil” a pesar de que estén Bera Bera, Guardés y Málaga. Creo que el B está más igualado.

¿Cuáles son los objetivos del BM Morvedre para esta temporada?

Evidentemente eludir el descenso. Nuestro objetivo principal debe ser ese y poder competir un año más en primera y poder afianzarnos en División de Honor. Un club como este se lo merece y desde luego vamos a trabajar por ello.

¿El descenso de 4 equipos puede complicar el objetivo?

Claro, no es lo mismo que desciendan 2 que 4 y más con este formato. Es complicado el objetivo, pero por trabajo, ganas y energías no va a ser. Todas vamos a dar lo mejor de nosotras mismas para conseguir ese reto.

Después de lo sucedido en el Balonmano Alcobendas y las diferentes renuncias que se han producido en las competiciones nacionales, ¿cómo ve la situación del balonmano femenino actualmente?

La veo complicada porque veremos como nos afecta esta situación tras la pandemia. Pero creo que hay clubes que cada día lo están haciendo mucho mejor y que están tratando de afianzarse y poco a poco los patrocinadores empiezan a apostar por ellos. Espero que las condiciones para afrontar cada temporada sea cada año mejor y que no incida mucho en nuestro deporte y que sigamos en una línea ascendente.

¿Qué le falta al balonmano español para equipararse al francés o al alemán?

Son muchos aspectos que hay que tener en cuenta. En general el deporte francés no tiene nada que ver al español, desafortunadamente, no solo en el balonmano femenino si no en otros deportes. El esquema deportivo de Francia creo que es un ejemplo a seguir, no existe tanta distinción entre deportes. Hay que trabajar mucho en España para que podamos estar en ese nivel.

¿Puede chocar la situación del balonmano femenino español con los últimos resultados de las Guerreras?

Ahora mismo la selección está a un nivel altísimo, ya lo demostró en el último mundial. Pero claro, a nivel de clubes, ya hace unas temporadas que no hay ningún equipo que pueda llegar a jugar la Liga de Campeones y, además, las grandes jugadoras están fuera y eso debilita un poco la competición. Si pudiéramos retenerlas desde luego que sería mucho más atractivo para el espectador.

¿Veremos a las Guerreras con algún oro? 

Ojalá. Pienso que está cerca y el trabajo que se está haciendo lleva una línea ascendente muy buena y quizás puedan darnos muchas alegrías en el futuro.