Cuando Asia dominó el balonmano
En 1989 Kang Jae-Won y Kin Hyun Mee fueron nombrados mejor jugador y jugadora del mundo
Europa no siempre ha dominado el balonmano. Hubo un tiempo en el que los mejores jugadores y jugadoras provenían del lejano oriente. Hubo un tiempo en el que Corea del Sur y Japón pelearon por medallas. Hubo un momento en el que Asia se situó en el centro del mapa del balonmano mundial.
El juego asíatico está determinado por las capacidades físicas de los jugadores, ya que la mayoría de ellos, quitando excepciones, son de una estatura baja. Esta complexión física hace que los jugadores asiáticos se vean condicionados a la hora de jugar y basen su juego en la velocidad.
En los países del lejano oriente el balonmano es muy veloz, con muchos 1x1, cimentados en la explosividad de sus jugadores, y con un juego combinativo muy marcado por jugadas con cruces y permutas que lo que buscan es generar una descoordinación en la defensa rival.
Este estilo de juego ha llevado a varios jugadores y jugadoras asiáticos a destacar por encima del resto y llevarse así el título de la IHF a mejor jugador del año.
En el balonmano masculino solo dos jugadores coreanos han podido hacerse con este título, Kang Jae-Won y Yoon Kyung-Shin.
Kang Jae-Won, central/lateral derecho, fue nombrado mejor jugador del mundo en el año 1989 y su carrera en Europa se desarrolló en dos clubes de Suiza, el Grasshopper Club Zürich y el Pfadi Winterthur. Con la selección de su país su mayor logro fue la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl y actualmente es el seleccionador del combinado femenino de Corea.
Por su parte, Yoon Kyung-Shin, lateral derecho, ha sido el segundo, y último, jugador asiático al que se le ha otorgado este galardón, en el año 2001. Al igual que Kang Jae-Won, también es subcampeón olímpico de balonmano y su carrera en Europa la desarrolló en Alemania, concretamente en el VfL Gummersbach y el HSV Hamburg, lo que le ha permitido ser uno de los máximos goleadores de la liga germana.
En el balonmano femenino Asia tiene una mayor representación que en el masculino, ya que hasta 3 jugadoras se han llevado el premio a la jugadora del año. Kin Hyun Mee, Lim O-Kyeong y Zhai Chao han sido las tres representantes asiáticas nombradas como mejores jugadoras por la IHF.
La coreana Kin Hyun Mee recibió el galardón en 1989, el mismo año que Kang Jae-Won. Con su selección nacional consiguió llevarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl, lo que le permitió al año siguiente ser nombrada jugadora del año.
La segunda jugadora asiática que se llevó este premio fue Lim O-Kyeong, también coreana, en el año 1996. Desarrolló su carrera en el balonmano japonés y al igual que Kin Hyun Mee su mayor logro ha sido la medalla de oro en las olimpiadas de Seúl del año 88.
La última jugadora asiática en ser nombrada mejor jugadora del año ha sido la china Zhai Chao en el año 2002. Su carrera europea la desarrolló en Alemania, en el SV Berliner VG 49, y en Dinamarca, en clubes como Randers HK y el Viborg HK con el que ganó la EHF Champions League en 2006 y 2009.
A nivel de selecciones, los combinados femeninos destacan por encima de los masculinos. En Asia, la principal potencia en selecciones es Corea y esto se ve reflejado en su palmarés. El combinado masculino cuenta con una plata olímpica y con 8 oros en los campeonatos asiáticos. Por su parte, la selección femenina tiene un palmarés más laureado, ya que cuentan con dos oros, tres platas y un bronce en los juegos olímpicos. En mundiales ha logrado un oro y un bronce. Y en campeonatos asiáticos domina con puño de hierro con trece oros, dos platas y un bronce.
Hubo un tiempo en el que Asia era el centro del balonmano. Hubo un tiempo en el que el lejano oriente tenía a los mejores jugadores y jugadoras. En 1989 Asia dominó el balonmano.