Las olimpiadas malditas

Anteriormente se contaba la historia de Andrei Lavrov, un jugador que reino en las olimpiadas, su competición fetiche. Hoy se conoce a un país, un combinado que ha estado muy cerca de saborear la miel del oro entre sus labios, pero no lo ha conseguido. El combinado sueco llegaba a las olimpiadas de Barcelona 1992 tras convertirse en campeón del mundo en el año 1990 y siendo uno de los grandes favoritos. Entre los seleccionados para el combinado olímpico se encontraban jugadores de gran nivel como Magnus Wislander, Magnus Andersson, Ola Lindgren, Staffan Olsson y Tomas Svensson.

En la fase de grupos la selección nórdica arrasaba y lograba el pase a la gran final tras vencer al gran combinado francés por tres goles (25-22). En la gran final les esperaría un rival novedoso en la competición, el equipo unificado. El encuentro caería del lado del combinado sin país por dos tantos de diferencia (22-20).

Durante los años previos a la olimpiada de Atlanta 1996 Suecia lograba una tercera posición en el mundial de 1993 y se proclamaba campeón en el europeo de 1994. Una vez más la fase de grupos no conocía una derrota sueca y con una renta de cinco goles en las semifinales (España 20-25) se colocaba en la final. En esta ocasión tendría en frente a Croacia, quien ganaría por la mínima el oro (26-27). Una vez más Suecia partía como una de las principales favoritas y se le volvía a escapar el oro, en esta ocasión estando a punto de lograrlo.

A las olimpiadas de Sídney 2000 los suecos llegaban siendo los actuales campeones del mundo (1999) y conquistando en dos ocasiones consecutivas Europa (1998,2000). Por lo tanto, una vez más la selección nórdica era la principal favorita, posición que ratificó con una fase de grupos impoluta y un pase cómodo hasta la gran final. En este último choque les esperaban muchos jugadores que tuvieron enfrente en la final de Barcelona 92, pero en esta ocasión jugando con Rusia. La diferencia fue la misma que en aquella competición (28-26), quedándose de nuevo a las puertas. De esta manera una de las generaciones más exitosas del balonmano internacional lograba grandes títulos, pero se les escapaba una medalla de oro olímpica que llegaron a rozar hasta en 3 ocasiones.

12 años (Londres 2012) después de esa última final se volvía a tener otra oportunidad. En esta ocasión los suecos no eran uno de los grandes favoritos, no llegaban como campeona del mundo ni del europeo al contrario que en las otras finales. A las órdenes del combinado estaba Ola Lindgren, quien esperaba conseguir el oro que como jugador no consiguió. Sin embargo, los viejos fantasmas resurgieron para el seleccionador, ya que la final ante Francia seguía el mismo guión que las demás finales olímpicas. 1 gol (21-22) fue la diferencia que le otorgó el oro a una Francia que revalidaba su título de campeón que consiguió en Pekín 2008.

Mundiales y europeos no pudieron resistirse al dominio sueco durante los años 90. Sin embargo, una competición se les escapó, fue su peor pesadilla y nunca llego a ser conquistada. Hasta 3 finales consecutivas tuvo una de las selecciones más exitosas de la historia del balonmano, pero la olimpiada fue su competición maldita.